Los marcadores tumorales son sustancias, en general proteínas producidas por el tejido cancerígeno o algunas veces por el organismo en respuesta a un crecimiento de tipo canceroso. Algunos de ellos se pueden detectar en sangre, orina, otros líquidos biológicos o en muestras de tejido, de modo que estos marcadores se pueden emplear, aisladamente o junto con otras pruebas y procedimientos, para detectar y contribuir al diagnóstico de ciertos tipos de cáncer, para predecir y monitorizar la respuesta al tratamiento y para detectar las recurrencias de la enfermedad.

Últimamente, la idea de marcador tumoral ha adquirido un concepto más amplio. Se han desarrollado nuevos tipos de pruebas que evalúan alteraciones en el material genético (ADN, ARN) de un individuo. Se sabe que algunas alteraciones genéticas se asocian a ciertos tipos de cáncer y pueden emplearse como un marcador tumoral para determinar el pronóstico de la enfermedad, establecer un tratamiento dirigido a dianas específicas y/o detectar algunos tipos de cáncer de manera precoz. Además, los avances tecnológicos han permitido desarrollar pruebas con capacidad para evaluar varios marcadores genéticos o paneles de marcadores simultáneamente, y por lo tanto, se obtiene mucha más información acerca de las características del tumor.

Solo unos pocos marcadores tumorales están bien establecidos para su utilización en la práctica clínica diaria. También hay otros que se solicitan mucho menos frecuentemente por ser menos sensibles y específicos

Limitaciones

  • A pesar de que la información que proporcionan los marcadores tumorales puede ser muy útil, presentan algunas limitaciones como:
  • Pueden aumentar en alteraciones distintas al cáncer.
  • Algunos son específicos de un tipo concreto de cáncer y otros se observan en distintos tipos de cáncer.
  • No todas las personas con un determinado tipo de cáncer presentan concentraciones aumentadas del marcador tumoral correspondiente.
  • No todos los tipos de cáncer tienen un marcador tumoral identificado o asociado al tumor.

Por consiguiente, los marcadores tumorales no son diagnósticos de cáncer por sí solos; en algunos casos, proporcionan información adicional que debe considerarse junto con la historia clínica del individuo, la exploración física y otras pruebas de laboratorio o ajenas al laboratorio como las pruebas de imagen.

¿Cómo se utilizan los marcadores tumorales?

Los marcadores tumorales pueden emplearse con distintas finalidades, y normalmente se utilizan junto con otras pruebas. En función del tipo de cáncer se pueden emplear junto con otras pruebas como por ejemplo una biopsia, una extensión de sangre de sangre o un aspirado de la médula ósea, y/o junto con otros marcadores tumorales. La información que proporcionan no es definitiva, pero constituye una información adicional valiosa para:

Cribado. La mayoría de los marcadores tumorales no son adecuados para el cribado general en la población ya que no son suficientemente sensibles y específicos. Sin embargo, algunos pueden utilizarse para evaluar a las personas que tienen un alto riesgo, porque tienen una historia familiar de un determinado tipo de cáncer en particular.

Ayuda al diagnóstico. En una persona que presenta síntomas, los marcadores tumorales pueden utilizarse para facilitar la identificación del origen del cáncer, para ayudar a diferenciarlo de otras situaciones.
Estadio. En una persona con cáncer, las elevaciones del marcador tumoral pueden ser útiles para determinar el grado de propagación a otros tejidos y órganos.

Determinación del pronóstico. Algunos marcadores tumorales pueden servir de ayuda para determinar el grado de agresividad del cáncer.
Guía de tratamiento. Se sabe que algunos marcadores tumorales ofrecen información sobre el tipo de tratamiento al que puede responder una persona determinada.Para más información consultar el artículo “pruebas genéticas para el tratamiento dirigido del cáncer”.
Monitorización del tratamiento y detección de recurrencias. Los marcadores tumorales se pueden utilizar para monitorizar la efectividad del tratamiento, especialmente en los casos más avanzados. Si la concentración del marcador tumoral disminuye, el tratamiento está funcionando; si se mantiene elevada, son necesarias algunas modificaciones. Sin embargo, esta información se tiene que usar con precaución, porque otras situaciones pueden a veces producir aumentos o disminuciones de la concentración del marcador tumoral. Una de las principales aplicaciones del uso de los marcadores tumorales es para monitorizar la recurrencia de la enfermedad. Si el marcador tumoral está elevado antes del tratamiento, disminuye con el tratamiento y posteriormente vuelve a aumentar, seguramente el cáncer estará recidivando. Si después de la extirpación quirúrgica del cáncer las concentraciones siguen siendo elevadas, lo más probable es que no se haya extirpado la totalidad de tejido tumoral.